Un pequeño gran secreto.
- rhernandez848
- 11 mar 2022
- 1 Min. de lectura

Escuchar a nuestras mascotas llorando es señal de que hay problemas, pero ¿qué pasa cuando, en cambio, no muestran señales de malestar? Por ejemplo, esta carita que ven pertenece a Daisy, una Yorkie en su visita más reciente a DogLover Animal Hospital.
Sus padres adoptivos notaron que por los últimos días había estado más tranquila de lo usual. Si bien a sus 14 años no se trata de algo del otro mundo, cuando combinas eso con algunos temblores, visitar al veterinario no parece una mala idea.

Durante el examen físico detectamos una estructura en su abdomen que claramente no debía estar ahí, así que decidimos tomar un par de radiografías.
Las imágenes parecían sugerir que se trataba de un cuadro de neoplasia. En cualquier caso, era claro que habría que enviar a Daisy a cirugía lo antes posible.

Realizamos una laparotomía exploratoria y retiramos la estructura.
Una cosa fue verla en las imágenes, pero tenerla de frente fue otra completamente diferente: ¡más de 10 centímetros y casi un kilo de peso!
No sorprende que haya estado inusualmente tranquila.

Tras la cirugía, Daisy pudo volver a casa en espera de los resultados del estudio histopatológico.
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